viernes, 18 de diciembre de 2009

Cuak! Cuak!

Hoy me han descubierto. Sí, alguien ha atado cabos, y ha acabado concluyendo que mi devoción por el pato Donald deriva del hecho de que no lleva pantalones. Oh, sí, nena, lo lleva todo al aire, y yo de mayor quiero ser como él. Aunque a los sobrinitos problablemente los mandaría a tomar por culo. Mmmm, la pega es que no llevaría calzoncillos.... y claro, no podría enseñarlos, ni recibir críticas porque siempre son los mismos (sí, tengo calzoncillos repetidos, vosotros no? Así puedes aparentar que eres un guarro, sin necesidad de llevar calzoncillos sucios y sudados más de uno o dos días....)

Y la mejor parte de ser el pato Donald es tener cerca a Mickey Mouse... esa maldita rata odiosa! Ese puto ratón pijo, repelente y sabelotodo, con esa voz aflautada de homosexual.... Ah, cuánto odio podría descargar. Aunque la opción de que el pato Donald le de por el ojal, siendo yo el mismo Donald... no se no se.... Pero, en fin, el marica es siempre el que muerde la almohada, no? Si soy el soplanucas, sigo siendo un machote!

Bueno, no, sigo siendo un mariquita y una nenaza, para que engañarnos....

A cascarla!

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