viernes, 8 de abril de 2011

¡Al carajo la operación bikini!


Mi imaginación ha tocado fondo, por lo visto, y no hay manera de sacar nada de provecho, en medio de semejante caos de serrín, videojuegos, zombies, libros del mundodisco, canciones punk, canciones no tan punk, y chistes verdes. Y nada, cuando la cosa se pone fea, es cuestión de tirar de anécdotas, que es algo que no suele fallar.

Mi imaginación ha caído tan bajo como los pechos de aquella jefa que tuve hace años. Sí, aquella que llevaba escotes hasta el ombligo. Por aquel entonces hubiera apostado a que, si se quitaba el sujetador, los pezones le hubieran llegado hasta las rodillas. Era una suerte, pues, que no se los quitara, porque los vestidos que llevaba quedaban siempre por encima de las rodillas. MUY por encima de las rodillas. Eran vestidos de esos para los que había que ir muy bien depilada. Y no precisamente de las piernas.

Y ahora que hablo de depilación... estaba considerando seriamente volver a depilarme las axilas, ahora que ya es primavera. Y mientras pensaba en eso, he recordado también que me gusta combinar las camisetas con los calcetines. Especialmente, cuando son rosas. Y que me aburro cuando la gente habla de fútbol. Y que seguro que una falda de Desigual me quedaría divina. También me he desesperado porque tengo la casa hecha un desastre. He pensado en comprarme cremas antiedad. He empezado la operación bikini hace semanas. Mis amigas apuestan a que me quedará mucho mejor el bikini que a ellas.

Cielos. Ahora me doy cuenta de que comienzo a parecer un mariposón. Habrá que acostumbrarse.

Ale, ahí os dejo con la colaboración de este mes para el cuaderno del yeti. Con mapaches, cómo no.

-tx!.

lunes, 28 de marzo de 2011

Ay ay ay (Irene tiene pene)

Bien, bien, bien. Parece que el karma se está dedicando a gastarme bromas pesadas, el muy... Últimamente, y haga lo que haga, acabo rodeado de niños. Si subo a un tren, a las dos paradas suben centenares de boy scouts con pañales. Si voy a la puerta de un colegio con una bolsa de caramelos (para conseguir algo de sexo, que no sea que alguien acabe malpensando), aparecen niños. En los telesilla me endiñan a chavalines de palmo y medio de altura (que acaban contándome que su madre está embarazada del OCTAVO niño... por favor, un poco de seriedad! Qué somos, personas, o conejos?). Si busco alojamiento barato cerca de pistas, acabo... exacto! Rodeado de niños. Pero a ver, quién iba a pensar que iban a haber niños, en un albergue juvenil? Juvenil! Jóven! Jóvenes y jóvenas de veintitantos, vamos! No tiene sentido que hayan niños! Mmmm... vaya, ahora que lo digo en voz alta, quizá sí tenga cierta lógica.... pero bueno, nadie ha invitado a la zorra esa de la lógica a la fiesta!

Entonces, la solución racional pasa por armarme, y liarme a tiros con el próximo niño que se me acerque. Así aprenderán. Sucios bastardos... Nah, si en el fondo, me caen bien. Pero no es cuestión de que se enteren! O acabas pareciendo un blando!

Y sí, vale, sigo yendo tarde, pero tengo excusa. El photoshop me hacía el tonto, en el portátil. Estaba muy cansado para trabajar. Un perro verde mutante se comió mi tableta digitalizadora. Mi mano se ha convertido permanentemente en un pato, y únicamente explica chistes de lepe (y come galletas). Los lápices no me hacen caso, y acaban bailando samba encima del papel, con lo cual resulta francamente difícil concentrarse. He tenido que aprender varias canciones ("los follaperros" e "Irene tiene pene"), y alguna coreografía, para poder cantarla a modo de "cumpleaños feliz".

Por desgracia, esa última excusa es cierta. Sólo espero que algún alma bondadosa coja esa videocámara y la tire desde varios miles de metros de altura. No quiero volver a ver ese estúpido baile! Aunque hay que reconocer que la letra era pegadiza...

Yeah!

-tx!.

PD: Por cierto, gracias a Chus por la buena crítica! Ahí va otra página de Nietzsche, que se que te gustan! 

viernes, 18 de marzo de 2011

Mapaches! Mapaches! Mapaches!

Bien bien bien. La excusa oficial es la siguiente: soy un puto vago. Y punto.

Tengo varias propuestas interesantes (todas ellas, obviamente, sin un duro de por medio); tengo un montón de chistes malos pendientes de dibujar. Voy tarde con absolutamente todas las entregas.

Por si eso fuera poco, el polvo en mi piso comienza a llegar a niveles preocupantes. Las ovejas de polvo de debajo de la cama se han amotinado, y amenazan con asfixiarme por la noche si no echo un poco de ambientador, para que puedan respirar. La figura de resina del Pato Donald tiene tantos estratos de porquería, que ya no recuerdo si era blanco, amarillo, o lila a topos, y la uso de colgador para el mp3. Y por supuesto, los platos sucios han cobrado vida propia, y están echando partidas al mus, mientras se niegan en redondo a pagar ni un céntimo del alquiler.

Y la solución pasa por... exacto! Por largarme una semana de vacaciones, y dejarlo todo a medias. Tengo tal cantidad de marrones en el trabajo, que seguro que a mi regreso estarán esperándome con los brazos abiertos, lucirán una enorme sonrisa, y, muy probablemente, habrán generado descendencia. Una descendencia fea, fea, fea. Fuck yeah.

Por si esto fuera poco, se me acumulan las fiestas de aniversario, los compromisos, y las citas con la dentista (que ha descubierto que, cada vez que veo su uniforme rosa furcia, digo fucsia, quedo anestesiado, con lo que se ahorra los sedantes. Lo malo es que acabaré con un ataque epiléptico del copón)

Peeeero no hay nada que una semana en la nieve no cure (especialmente cuando vas con la intención de dejarte algún miembro en la pista). El pasado lunes caí dando vueltas de campana, pero el maldito casco amortiguó la caída. Sí, yo también pensaba que no fabricaban cascos tamaño barcaza, pero se ve que sí...

Sin más rollos, esto de aquí viene siendo la colaboración de este mes para el número 12 del Cuaderno del Yeti, con un tema tan cachondo y buenrollista como puede ser la Guerra. No os quejareis, hasta tiene color, la paginita. Y mapaches. Que no falten los mapaches.

Ah, me he comprado un felpudo con pingüinos travestis. Pero dejaremos eso para otro día. See you later, alligator!

-tx!.

lunes, 7 de marzo de 2011

El pollo con una pata (que rima con "vaginas en lata")

Después de que la semana pasada pusiera mi particular granito de arena para acabar de enterrar definitivamente esa gran mierda que es Operación Truño (eso sí que estaba matando la música, y no las descargas; con un poco de suerte, igual deciden colgar a todos los "triunfitos" de lo alto de un árbol, para que los niños les tiren piedras... sí, ya, eso seguramente no pase hasta que pueda conquistar el mundo, pero bueno, por pedir, que no quede), ahora tocaría meterse con el otro baluarte de la telebasura, que es Gran Hermano, pero, sinceramente, no tengo ni siquiera ganas de buscar documentación sobre ninguno de los anormales que puedan salir en ese circo. Si ese es el reflejo de lo que hay fuera de mi estudio, prefiero quedarme aquí encerrado, oigan. Que sin tele se vive muy bien. Y las voces de mi cabeza comienzan a resultarme agradables.

Total, que tocará algo más light, como chistes sobre onanismo, que siempre son de agradecer (¡dicho así, hasta parece que no esté hablando de pajas!). Oh, y hablando de palabros, el otro día escuché a una amiga decir "melopea". Varias veces. Y lo más importante: ¡la estaba usando correctamente! En un mundo en el que los correos electrónicos van dando ciberpatadas en la boca al diccionario, y en el que soy incapaz de leer (no quiero bromas fáciles) la mitad de los sms que me llegan, estas cosas me producen casi excitación. Bueno, contando que me excitan los patos vestidos de marinerito, los mapaches con tutú, y algún que otro pingüino travesti, eso no es tan raro. De hecho, resulta casi normal. A ver si voy a tener fiebre...

Sí, ya. Llevo desde el miércoles casi sin dormir. ¿Qué esperaban, un ensayo literario? Aún grácias que sea capaz de juntar varias palabras y tengan un mínimo de sentido. Tostada caparazón lechuga zas. Oh, vaya. Creo que algo ha hecho "click" en mi cabeza. Y comienzo a oler a quemado... Have fun!

-tx!.

viernes, 18 de febrero de 2011

Shit happens

No puedo decir que la tira de hoy sea autobiográfica (más que nada, porque no encontré tenedores, que si no...), pero espero no ser el único al que le ha pasado una cosa así: ver a una chavalita moderna por la calle, para acabar descubriendo, unos metros después, que va encaminada hacia el geriátrico. Deberían prohibirlo. En serio. Deberían dejarnos salir con escopetas, para acabar con esa plaga. Primero, abuelas en minifalda. Después, convenientemente camufladas como adolescentes en celo, por culpa de Desigual y otras marcas. A este paso, me veo haciendo la prueba del carbono 14 en las discotecas, para ver si la tipa en cuestión contiene restos del pleistoceno. Aunque, ahora que lo pienso, tampoco voy a discotecas. Casi mejor, la verdad. Por cierto, la tira de hoy saldrá publicada en el número del mes que viene de la revista "Le Potage"!

Esta semana, en uno de mis arrebatos de locura e insensatez, decidí ojear uno de estos periódicos gratuitos que siempre llevo encima, pero nunca leo (mejor no preguntar). Es lo que tiene estar de buen humor, oigan. Y nada, en portada me informaban de que nosequé peinado ochentero volvía a estar de moda. Gracias por mantenerme informado de todas las cosas importantes que pasan en el mundo, en serio. Peeeeero, y aquí está la gracia, también había un par de noticias que me parecieron incluso interesantes! Una de ellas, que van a llevar a Berlusconi al banquillo, por hacer cosas feas con menores (que al final no pasará nada, como siempre, pero bueno...). Y otra, que cancelaban la edición chopocientos de la basura esa llamada "operación truño". Habrá que hacer una fiesta. Espero que traigan a todos los participantes de ediciones anteriores, para hacer una buena hoguera con ellos... Después, todo olería como a pollo frito durante semanas, pero... y lo que nos habríamos reído?


La leche, qué tarde se me ha hecho!

-tx!.

domingo, 13 de febrero de 2011

The internet is for porn!

Por fín! Por fín he conseguido "el monitor del porno"! Cómo? Que no saben qué es el "monitor del porno"? Qué narices enseñan ahora en la ESO? Bien, es sencillo: poner un "monitor del porno" es conectar un segundo monitor al pc, de manera que puedas estar trabajando en una pantalla, mientras pones porno en la otra pantalla. O para poner dos pelis porno a la vez. Si, ya, no me miren así, no me lo he inventado yo! (o, bueno, quizá sí... da lo mismo!)

Total, que por fin podré... no, no es lo que imaginan. Por fin podré trabajar bien con photoshop! Una pantalla con las herramientas, y otra, con el dibujo en cuestión. "Y lo de poner porno, de mientras?", se estarán preguntando... ja! Usar el photoshop en mi pc ya es todo un reto, para que encima, lo sature más! Además, yo no veo porno, todo lo que se es por un amigo, que me lo explica (hola, Isaac). Uy, quizá no debí poner nombres...

Bueno, pues ahí va la página de éste mes del Cuaderno del Yeti, con un tema tan... uh... viril y novedoso como es "San Valentín". Se la dedico a Montse (hola, Montse!), que cada semana que publico tarde, me mete bronca. Y me aguanta. Y hasta dice que me quiere, aunque sea un poquito.

Ya saben, regalen risas, que sale baratito, y se agradece!

Por cierto, alguien ha reconocido, en la última viñeta, a Brian Fallon, de The Gaslight Anthem? La caricatura salió por casualidad, mientras hacía bocetos, y decidí incluirlo. A mi me hizo gracia, oigan!

-tx!.

viernes, 4 de febrero de 2011

Estoy por regalarme un bolso de Hannah Montana...

Hay dias en que escribir una de estas entradas me recuerda a aquellas clases de castellano en las que el profesor llegaba con resaca, o con ganas de rascárselos a dos manos, y decía: "Hoy escribireis una redacción. Tema libre. Dos páginas"... Tema libre? Tío, al menos haz ver que te lo estás currando! Pon un tema, aunque sea! Videojuegos! Insultos a niñas! Masturbación compulsiva! Algo con lo que estemos familiarizados! (sí, por aquel entonces, esos eran todos nuestros temas de conversación. Da gusto ver que hay cosas que no cambian...)

La cuestión es, yo me pasaba largos ratos ronc... meditando sobre qué narices escribir. Y, cuando faltaban diez escasos minutos, ponía la directa, y me liaba a garabatear lo primero que se me pasaba por la cabeza, absurdas historias de detectives que únicamente contaban con una buena frase (muy probablemente, la primera), y que después se convertía en un amasijo incomprensible de frases, con la única finalidad de rellenar las dos malditas hojas. Por fortuna, todas esas redacciones deben estar quemadas, a estas alturas. Bueno, por fortuna, o por desgracia, porque no me vendrían mal un par de ideas, hoy. De los profesores no se qué habrá sido, aunque, viendo lo cafres que suben las nuevas generaciones, probablemente hayan acabado quemados, también. Literalmente.

Y es que lo de no ver la tele ni leer la prensa va muy bien para la salud. Pero me pierdo un montón de noticias estúpidas que podría usar para rellenar esto de aquí. Que sólo debería servir para colgar tiras, pero oye, la gente lo encuentra divertido.

Bueno, al lío... segunda página de Nietzsche, vuestro nuevo superhéroe favorito, publicada por LePotage en el número 42... con la aparición estelar de Hannah Montana. Te queremos, Miley Cyrus, te queremos! Y más ahora que te has vuelto una guarrilla!

Por cierto... creo que ya podeis poner comentarios de manera más sencilla (me habían dicho que era complicado, por algún motivo que no recuerdo...). No es ninguna indirecta. Dejad comentarios, joputas.

-tx!.

viernes, 28 de enero de 2011

Más chistes de universitarias

Por si me da por morir esta semana de vacaciones en la nieve, voy a dejar preparada la entrada para el viernes... os dejo con la quinta tira del anormal este de Peter Looser, que publican mensualmente en la revista Le Potage (unos visionarios, o bien unos tipos con un criterio de selección bastante extraño, la opción que prefirais...)

Si a alguno de vosotros no le cuadra que después de la tira 3 salte a la cinco, que sepa que tengo la cuarta pendiente de entintar... vago que es uno, oigan.


Ale, a levantar el país!

-tx!.

martes, 25 de enero de 2011

P**o blogger!

No, todavía no he muerto, así que id guardando el champán en la nevera... la cosa esta del blogger me dio por saco todo el fin de semana, y aunque parece que está volviendo a la normalidad, no voy a fiarme ni un pelo... Bueno, vamos al meollo... Aquí va la página que iba a colgar éste viernes:

La han publicado en el número diez del Cuaderno del Yeti, esa revista on-line tan chula, y que ya tardais en visitar. O eso, o me enviais un sobre con dinero, lo que prefirais. O fotos de vuestras mascotas en tanga. No, no soy un depravado, soy un excéntrico. O un tipo interesante con extrañas aficiones. Está bien, olvidad lo del tanga. O mejor, olvidad lo de la foto...

-tx!.

viernes, 7 de enero de 2011

Qué regla ni qué compás (si no es por delante, por detrás)

Varias cosas! Hoy, en lugar de la tradicional entrada en la que yo divago hasta que tengo escritas varias líneas absurdas, probaré a postear un mini-relato, bastante cafre. Y me dais vuestra opinión, con un comentario, majetes. Si sigo inspirado (y si las drogas hacen efecto), seguiré haciéndolo, al menos, en algunos posts.
Os dejo con un par de cosillas; por un lado, la tercera tira de Peter Looser, el tipo ese sin carisma, de próxima publicación en el número 42 de la revista LePotage:


Y por otro lado, la página que colgué, cuando la visita del Papa, con Nietzsche como protagonista (que también publican los amigos de LePotage, este mes); eso sí, a escala de grises:

Y aquí, el relatillo (si no os gusta, es culpa de Ciara, que me dio la idea!):

>>>El exceso de sangre comenzaba a resultar, cuanto menos, molesto. La pequeña toalla sobre la que Gina se había sentado ya estaba completamente empapada, aunque el hecho de que tuviera el periodo (el "tomate", para los que estudiaron FP) no parecía molestar a su amante, que continuaba, incesante, con su tarea...

Habia sido una buena idea, la de atar un vibrador a la espalda del hámster chino. Cierto, el consolador era más grande que el pobre bicho, pero a cambio de su trabajo, el animalillo disfrutaba de un gratificante masaje en la espalda (con "gratificante" nos referimos a que no se le acababa de descoyuntar ningún miembro, pero a punto estaba), mientras Gina practicaba una variante de la zoofilia que no implicaba caballos, perros, ni dodos en tanga. Además, resultaba mucho más cómode que masturbarse de la manera tradicional (es decir, con un pepino maduro, y margarina de oferta)

El peluche de la gatita Kitty, único regalo que habia recibido esas navidades, de parte de su madre ("Madre, tengo treinta y siete años joder! No quiero un puto peluche, quiero una po**a!", recordaba haberle gritado), la observaba desde su cama. Como juzgándola. Creyéndose mejor que ella. Con su maldito cutis perfecto, su repelente lacito rosa a juego con las bragas, y con una lista de follamigos gatunos deseosos de ponerla mirando a Cuenca (perdón, deseosos de "hacerle el amor" a lo doggy-style. Por contradictorio que parezca).

Gina le pegó una patada al pobre hamster, a quien los grumos le habían dejado un tupé rockero digno de Elvis, o de Makinavaja. Se quedó patas arriba, vibrando, e intentando darse la vuelta. Gina agarró el peluche, y se lo "enchufó" ("introdujo" no tiene la misma fuerza, oigan) en la patata. En la vagina. Ya me entienden. "Dónde está ahora tu prepotencia, eh, puta? A quién le perdonas la vida ahora, gata de los cojones?"

El peluche estaba completamente atascado dentro del agujero. La vagina, leñe. La sangre continuaba fluyendo, y estaba haciendo que se inflase. En ese momento, Gina, atemorizada, intentó sacárselo de su interior, pero no había manera. Una risa malvada, procedente de su entrepierna, resonaba por la habitación.

Dildo, el hámster chino, se quedó contemplando el espectáculo. Y vibrando. Literalmente. La Kitty continuó inflándose, hasta hacer reventar a su "ama" (nunca mejor dicho). La sangre le salpicó, pero no pareció importarle. Total, el pelaje le iba a quedar rojo de por vida, después de aquello. La sangre del tupé estaba ya reseca, como la gomina del Lidl. Sonrió, como sólo los hámsters chinos empapados en sangre saben, y comenzó a roer uno de los dedos del cadáver.<<<

-tx!.